EL COSTO DE ESPERAR

¿Alguna vez te has puesto a pensar cuánto te cuesta el tiempo que dejas pasar para tomar una decisión?

Esto aplica en todos los aspectos de la vida, el costo de esperar para estudiar una carrera, el costo de esperar para tener hijos, el costo de esperar para viajar, el costo de esperar para ver una película en el cine.

Todas las cosas que hacemos diariamente van precedidas de una decisión que tomamos, desde las cosas más triviales como el hecho de que elijas desayunar unos tacos de colesterol en lugar de un cocktail de frutas implica que tomes la decisión de hacerlo y como este ejemplo nuestra vida diaria está llena de decisiones que tomamos a cada momento: qué desayunar? La ruta que tomas para ir a trabajar? Despertarte cuando suena el despertador o dormir 10 minutitos más, bañarte o no bañarte, comer sano o no hacerlo, ir al cine o al teatro, etc.

En el ámbito económico a esto se le designa Costo de Oportunidad y significa que estas dispuesto a pagar el precio de tomar la decisión A en lugar de la decisión B. Bajo este concepto no hay decisiones erróneas ya que en ambos casos decides conscientemente dejar de gozar de los beneficios de una decisión para aprovechar los de otra. Poniendo un ejemplo:

Recibes tu Aguinaldo y puedes:
-      A) Usarlo para irte de viaje.
-      B) Iniciar una inversión para abrir tu propio negocio.

Si decides tomar la opción A estas dispuesto a postergar tu proyecto de abrir un negocio a cambio de disfrutar unas muy merecidas vacaciones.
Si decides tomar la opción B estas dispuesto a no disfrutar de la satisfacción inmediata de unas vacaciones a cambio de cumplir tu sueño de abrir un negocio en el mediano plazo.

Ambas decisiones son buenas y son válidas, cuando estás dispuesto a pagar el “precio” de escoger una u otra. Esto siempre y cuando realmente conozcas lo que implica que tomes una decisión.
¿Pero qué pasa cuando no sabes cuál es el costo de oportunidad de tus decisiones? Cuando no estás consciente de lo que estas dejando ir.

Actualmente las personas trabajan y gastan de manera diaria sin prever y planear su futuro, que puede significar los estudios de los hijos o su propio retiro.

Según la Primera Encuesta sobre Cultura Financiera en México realizada por Banamex y la UNAM,  únicamente el 14% de la población tiene algún tipo de ahorro y/o inversión formal.
De acuerdo con la encuesta, en el país existe una prioridad en las necesidades inmediatas como alimento y vivienda, a la par de que las familias carecen de una visión de mediano a largo plazo y no saben planear financieramente.

Por otro lado según datos del CONAPO (Consejo Nacional de Población) 1 de cada 2 adultos mayores se encuentran en condiciones de pobreza patrimonial, es decir que no se prepararon para su retiro y deben seguir trabajando aún después de sus 65 años.

Cuando se decide empezar a hacer un patrimonio, el costo de esperar es muy alto, ya que se necesita invertir más para llegar a la misma meta, poniendo un ejemplo veamos el caso de Daniel y Alberto, en donde Daniel inicia su ahorro a los 36 años y Alberto a los 46 años en un instrumento que otorga el 5% de rendimiento anual.



Lo que sucede con el ahorro a temprana edad es la maravilla del interés compuesto, en donde el tiempo literalmente vale oro, ya que entre más tiempo pongas a trabajar tu dinero este te recompensará con mayores rendimientos.

A menudo me topo con clientes que me dicen que desean esperar un aumento, un trabajo mejor, a salir de sus deudas, pero la realidad es que deudas y justificaciones siempre va a haber y lo que se debe hacer es una planeación de gastos para poder integrar el ahorro a tu presupuesto mensual.

Y tú ya pensaste .........

¿Cuál ha sido el costo de oportunidad de las decisiones que has tomado?




ValerieVL




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